en cuanto a su relación con el mundo. En esta etapa se desarrolla la corteza prefrontal área del cerebro implicada en el razonamiento, la toma de decisiones, la resolución de problemas y la regulación emocional, entre otras. Durante la adolescencia esta parte del cerebro no está desarrollada y hay un gran desajuste entre la parte emocional (totalmente desarrollada) y la parte racional (todavía en proceso) que causa una revolución en una etapa de la vida en la que el adolescente trata de poner orden a ambos mundos mientras se desarrolla su identidad y su paso a la vida adulta.
Es fundamental que acompañemos a los adolescentes en este proceso validando sus emociones y enseñándoles a autorregularse. En esta etapa el adolescente mostrará una actitud retadora, se sentirá con gran energía y asumirá nuevos retos y desafíos. Sin embargo, no tienen desarrollado el concepto de peligrosidad del todo, por lo que evaluar el potencial peligro de una conducta será todavía algo complicado para ellos. Por ello, es fundamental que tratemos de prevenirles y que les acompañemos. Una de las formas que tienen de asumir riesgos, socializar y obtener una satisfacción inmediata a sus necesidades es a través del uso del teléfono móvil por lo que os presentamos unas buenas prácticas con el ánimo de fomentar un uso saludable:
- Establecer límites de tiempo: Fomenta el establecimiento de límites diarios para el uso del móvil, asegurándote de que haya un equilibrio entre las responsabilidades y obligaciones y tiempo de ocio online y offline.
- Crear horarios Out: Anima a los adolescentes a tener momentos específicos del día para desconectar completamente del móvil, como durante las comidas o antes de acostarse.
- Promover el uso consciente y responsable: Educa sobre la importancia de ser conscientes de cuánto tiempo pasan en el teléfono y cómo afecta a su bienestar emocional y físico. Hablar libremente sobre sus preocupaciones validando como se sienten y ofreciéndoles alternativas a sus necesidades emocionales.
- Incentivar actividades fuera de la pantalla: Anima a participar en actividades al aire libre, deportes, actividades musicales o artísticas que no involucren el uso del móvil, fomentando así un estilo de vida equilibrado.
- Enseñar habilidades de autorregulación: Ayuda a los adolescentes a desarrollar la capacidad de autorregular su tiempo online, reconociendo cuándo es necesario desconectar y buscar otras formas de entretenimiento.
- Establecer reglas familiares: Establecer reglas y límites claros sobre el uso del móvil en casa, promoviendo la coherencia y la responsabilidad.
- Concienciar sobre el ciberacoso y los peligros en la red: Educa sobre los riesgos del ciberacoso y cómo manejar situaciones de intimidación, sexting, grooming, sexcasting…
- Reforzar la privacidad: Enseña la importancia de mantener la privacidad en línea, evitando compartir información personal con desconocidos y revisando regularmente la configuración de privacidad en las redes sociales.
- Modelar un comportamiento saludable: Los adultos deben servir como modelos a seguir al mostrar un uso equilibrado y saludable del móvil, demostrando la importancia de la desconexión y las interacciones cara a cara.