Las entrevistas generan nervios a casi todo el mundo, especialmente si es tu primera vez. Pero no olvides: no es un examen, sino una oportunidad para que la empresa te conozca… y para que tú conozcas a la empresa.
🤔 Preparación previa
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Infórmate sobre la empresa: revisa su web, redes sociales, proyectos y valores. Eso demuestra interés real.
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Piensa en posibles preguntas: fortalezas, debilidades, logros, motivos para querer el puesto.
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Haz simulacros: practicar con un amigo o frente al espejo ayuda a sentirte más seguro/a.
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Prepara ejemplos concretos: si te preguntan por tu trabajo en equipo, ten una situación real que contar.
🗣️ Durante la entrevista
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Lenguaje corporal: una postura erguida, sonreír y mantener contacto visual transmiten confianza.
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Escucha activa: no interrumpas y responde con claridad, evitando discursos muy largos.
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Sé tú mismo/a: las empresas buscan autenticidad; exagerar o inventar puede jugarte en contra.
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Haz preguntas: sobre el equipo, el horario, las oportunidades de formación. Eso demuestra interés y seriedad.
🌱 Después de la entrevista
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Agradece la oportunidad: si tienes el contacto, un mensaje breve puede dejar una buena impresión.
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Reflexiona sobre la experiencia: anota lo que funcionó bien y lo que mejorarías para la próxima vez.
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Ten paciencia: los procesos de selección pueden tardar, así que no te desanimes si no recibes respuesta inmediata.
💡 Consejo extra
Si notas que los nervios te superan, practica técnicas de respiración: inhalar en cuatro segundos, mantener cuatro y exhalar en seis. Repetirlo antes de entrar puede ayudarte a estar más tranquilo/a.
Recuerda: cada entrevista, aunque no consigas el puesto, es un entrenamiento que te prepara para la siguiente.