La adolescencia y la juventud son etapas llenas de cambios: nuevos retos, estudios, relaciones, decisiones sobre el futuro… Todo esto puede ser emocionante, pero también generar mucha presión. Sentir nervios antes de un examen, una cita o una entrevista es normal; lo que no es normal es que esa sensación se vuelva constante y te impida disfrutar de tu día a día.
En España, la ansiedad es ya uno de los problemas más comunes entre jóvenes. Muchas veces pasa desapercibida porque se confunde con “estrés normal”. Sin embargo, reconocerla a tiempo puede evitar que se agrave.
🚨 Señales de que podrías estar viviendo ansiedad
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Preocupaciones excesivas que no puedes controlar.
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Dificultad para dormir o despertares frecuentes.
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Dolores físicos como tensión muscular, dolor de cabeza o molestias digestivas.
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Evitar planes sociales por miedo a pasarlo mal.
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Pensamientos repetitivos (“rumiaciones”) que no te dejan concentrarte.
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Sensación de que “algo malo va a pasar” sin motivo claro.
💡 Estrategias que pueden ayudarte
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Habla de lo que sientes: muchas veces compartir tus preocupaciones con amistades, familia o un orientador reduce la carga.
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Practica la respiración consciente: técnicas como la 4‑7‑8 (inhalar en 4 segundos, retener 7, exhalar en 8) ayudan a calmar el sistema nervioso.
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Crea rutinas estables: dormir y comer a horas regulares aporta seguridad y estabilidad.
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Desconecta de las pantallas antes de dormir: la sobreexposición a redes sociales puede intensificar la ansiedad.
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Haz ejercicio regularmente: caminar, bailar, correr o practicar yoga libera endorfinas y reduce la tensión.
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Pide ayuda profesional: hablar con un/a psicólogo/a no significa que estés “mal”, sino que buscas herramientas para sentirte mejor.
🌟 Un mensaje clave
La ansiedad no es debilidad. Es una señal de que tu cuerpo y tu mente necesitan descanso y cuidados. Reconocerlo es el primer paso hacia el bienestar.